En este aislador sísmico la lámina de acero de la superestructura superior va unida mediante tornillos Bristol a una placa vulcanizada dentro del bloque de neopreno, mientras que la lámina inferior va unida mediante vulcanización al bloque de neopreno.
En este diseño las láminas de acero de la superestructura superior e inferior van unidas mediante vulcanización al bloque de neopreno.
En este aislador sísmico las láminas de acero de la superestructura superior e inferior van unidas mediante tornillos Bristol a placas vulcanizadas dentro del bloque de neopreno.
La función principal de los aisladores sísmicos es disminuir la acción sísmica mediante la reducción de las fuerzas horizontales que actúan sobre la estructura durante un terremoto. Esto se consigue de dos maneras clave:
Aumento de la flexibilidad: Este proceso implica la inserción de aisladores sísmicos entre los cimientos y la superestructura, o entre las columnas y las vigas de una estructura. Esta estrategia busca incrementar significativamente el periodo de la estructura, lo que a su vez reduce la aceleración espectral y, en consecuencia, las fuerzas sísmicas sobre la estructura.
Disipación de energía: Los aisladores sísmicos permiten la disipación de energía en forma de calor, un fenómeno conocido como histéresis. Esta disipación adicional de energía contribuye aún más a reducir las fuerzas sísmicas que afectan la estructura.
El nivel de amortiguamiento conseguido varía según el tipo de aislador sísmico utilizado, siendo del 10% al 16% para aisladores sísmicos de solo goma (HDRB - High Damping Rubber Bearing) y del 25% al 30% para aisladores con núcleo de plomo (LRB - Lead core Rubber Bearing).
Es importante mencionar que los elastómeros son materiales altamente flexibles y viscoelásticos que desempeñan un papel fundamental en la efectividad de los aisladores sísmicos. Su función principal es absorber y disipar la energía generada por un terremoto. Cuando se produce una sacudida sísmica, los elastómeros se deforman y absorben la energía cinética, evitando que esta se transfiera directamente a la estructura.
Cuando se produce un sismo, la capacidad de los elastómeros para deformarse y absorber la energía es fundamental. Al hacerlo, estos elastómeros actúan como amortiguadores, evitando la transmisión directa de fuerzas sísmicas a la estructura principal. Esta capacidad de disipación de energía contribuye significativamente a la protección y estabilidad de las edificaciones, reduciendo el impacto potencial de eventos sísmicos en la integridad estructural.
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